Recomendaciones
- Limpieza inmediata posterior al uso: Es esencial limpiar el rodillo inmediatamente después de su uso. Si has utilizado pintura a base de agua (como látex o vinílica), enjuaga el rodillo con agua corriente hasta que el agua salga limpia. Para pinturas a base de aceite, utiliza un solvente adecuado como aguarrás o un limpiador específico para pintura a base de aceite.
- Secado adecuado: Una vez limpio, exprime el exceso de agua o solvente y deja que el rodillo se seque completamente antes de guardarlo. Esto previene la formación de moho y la descomposición del material.
- Almacenamiento correcto: Almacena el rodillo colgándolo o en posición vertical para mantener su forma y evitar que se aplaste. No lo dejes sobre una superficie plana mientras esté húmedo.
- Evitar la exposición prolongada al sol o calor extremo: Los materiales de los rodillos pueden deteriorarse si se exponen al sol o al calor extremo durante periodos prolongados.
- Uso adecuado para la superficie: Asegúrate de utilizar el rodillo en las superficies adecuadas según sus especificaciones. Usarlo en superficies para las que no está diseñado puede desgastarlo prematuramente.
- Limpieza de pelusas antes del uso: Para obtener los mejores resultados, especialmente en superficies lisas, limpia el rodillo con cinta adhesiva o un cepillo especial para eliminar cualquier pelusa antes de su uso.
- Rotación y uso uniforme: Al pintar, trata de rotar el rodillo con regularidad para asegurar un desgaste uniforme.
- No sumerjas el rodillo completamente: Al cargarlo con pintura, evita sumergirlo completamente en la pintura, ya que esto puede hacer que se sature y pierda su forma.
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